Filosofía / Política / Ética

Explota los conceptos característicos del nihilismo por medio de la exploración de los contrastes entre los valores artificiales impuestos por el consumismo y la búsqueda de la felicidad espiritual.

Se aborda la subjetividad en donde es detectable la percepción y la memoria, cuando testimonios de un mismo acontecimiento pueden ofrecer relatos o descripciones de éste substancialmente distintos pero, sim embargo, igualmente plausibles.

Como cuanto Kuhn nos habla sobre la inconmensurabilidad de los paradigmas científicos, que al menos, en los momentos revolucionarios, cuando subsisten paradigmas diferentes, fácilmente pueden ofrecer explicaciones alternativas, coherentes y sostenibles dentro de cada uno de ellos, pero totalmente incompatibles entre si.

En efecto, esta trama nos propone la mencionada inconmensurabilidad, subjetividad e indecidibilidad entre las cuatro versiones que se presentan de unos mismos hechos criminales, cuya exacta y concreta verdad resulta imposible de determinar unívoca, indudable y apodícticamente.

Muestra una mezcla de ideas anarquistas y principios de nihilismo al describirse como “un agente de caos” y quemando un cerro de dinero mientras enuncia que el crimen “no se trata del dinero. Se trata de enviar un mensaje: todo arde”. Al respecto, Alfred Pennyworth declara: “Hay hombres que no buscan nada lógico, como el dinero – ellos no pueden ser comprados, intimidados ni convencidos – hay hombres que sólo quieren ver el mundo arder”

Western crepuscular que hace apología al honor vinculada a la identidad individual como lugar en el mundo y sentido antes que que esta se viera afectada por la modernidad y la consiguiente imposición de su racionalidad y sentido pragmático del mundo. Nos sitúa en el umbral del viejo mundo estóico y romántico de la predmodernidad con la modernidad y su progreso material.

Sobre la libertad y los principios anarquistas entre otras cosas.

Plantea una crítica al determinismo y la visión constructivista de los pensadores materialistas. Una oda a la voluntad, la fé y de cómo la cuestión humana se impone por sobre el frío ultraracionalismo mecanicista.

Esta película habla sobre el abandono, el nhiiismo como la cuausa de la ausencia de próposito que inhebitablemente lleva a la libertad irracional y la alienación que provoca. La libertad de un hombre, y la de actuar de acuerdo a su voluntad, se fundamenta en que dicho hombre poseé una razón que lo capacita para intruirlo en las leyes por las que ha de regirse y para poner en su conocimiento los LÍMITES de su voluntad libre. Dejarlo a rienda suelta, sin cortapisa alguna de su libertad, antes de que posea esa razón que puede guiarlo, no es concederle su privilegio natural de ser libre, sino arrojarlo entre las bestias y ABANDORLO a un estado tan miserable y tan inferior al hombre como el de aquéllas.

A pesar de ser una historia sádicamente absurda, en el desarrollo de la trama brota inevitáblemtne la cuestión del estado de naturaleza, claro está, potenciándola de una manera artificial bajo la condición tácita de que uno solo de los concursanes sobrevivirá. Aludiendo a Hobbes y Locke, se hace una hipérbole sobre el estado de naturaleza en donde cada hombre es igual a los demás; y como la mayor parte de ellos no observa estrictamente la equidad y la justicia, el disfrute de la propiedad (en este caso solo la vida) que uno tiene en un estado así es sumamente inseguro.

El tema eje central de la película es el líbre aldbedrío y la obsesión del hombre por controlarla y/o superarla con intersección de la técnica y en función de la "utilidad" para a mayoría impulsado por la tecnocracia y sus apóstoles. Se habla de la corrupción estatal, la política como instrumento manipulador y el relato metapolítico como dispositivo.